La puerta se abre y Óbito no puede esperar un segundo más.
- ¡Hola! Lo siento, no se si me recuerdes... Soy Óbito y hace dos años estuvimos juntos y bueno, tal vez te suene raro pero te he estado buscando desde esa noche. Suena loco, sí pero me gustas mucho y quisiera invitarte... no se, a cenar o a un café o a lo que quieras, solo quiero salir contigo... Por favor.
Óbito lo miró, el otro sujeto mirándolo en completo silenció... su piel aún más pálida de lo que recordaba. Con nerviosismo, Óbito abrió la boca para hablar hasta que alguien lo interrumpió. Un pequeño bebé apareció gateando claramente de objetivo el peliplata.
Kakashi dirigió la mirada hacia el bebé cuando el niño grito por su atención estirando su pequeña manita y luego volvió a ver al hombre con el que había estado hace dos años.
- Oh... yo... lo siento, lo siento mucho... - murmuró Óbito sintiendo su corazón partirse, dando un par de pasos hacia atrás - Debí... yo... han pasado dos años, es claro que... que estas ocupado... digo yo... perdón
Se lamento, se lamento y posiblemente se seguirá lamentando ¿Como pudo olvidar pedirle su número? Las cosas serian diferentes ahora.
- ¡Espera! - Kakashi hablo, tomando primero al niño que seguía gritando y el que solo se calmo una vez que lo tuvo en sus brazos, para luego salir de su departamento poniéndose frente a frente con el otro hombre - Yo también te estuve buscando - susurro, ambos permaneciendo en silencio después de eso - me he quedado con algo tuyo.
Óbito lo miró confundido, su cabeza ligeramente ladeada.
- Uh, okey. Sí, te lo sostengo - tartamudeo Óbito cuando le pasaron al niño.
Óbito estaba acostumbrado a cargar niños, en su familia había muchos pero ahora se sintió raro cuando cargo a este. Él y el niño intercambiaron miradas, una electricidad pasando cuando se conectaron sus orbes.
Kakashi espero a que Obito entendiera pero pronto descubrió que el encanto de este tipo solo era f
¿Que pasa cuando dos familias son enemigas,? Freen Sarocha y Rebecca Armstrong tendrán que luchar en contra de sus apellidos... y ver si el amor vencerá o podrá más el odio...