-No puedes pedirme algo así- Dije mientas lo miraba incrédula. Él me sonrió con su estúpida calma. -Solo di que sí- Pronunció a la espectativa. -Hemos bebido mucho, y estás diciendo estupideces... -Te aseguro, que mañana vas a decir que sí- Susurró para depositar un beso en mis labios. No supe porqué, pero le seguí el juego...