Un día como cualquier otro, Issei estaba volviendo a casa de la escuela. Sin embargo, algo llamo su atención. Le pareció notar un destello extraño en un callejón, y, al fijarse dentro, notó que había una niña de cabello blanco noqueada en el suelo.
Le pareció extraño, no parecía tener ninguna herida, pero, no despertaba. Considero pedir un hospital pero al fijarse bien notó que ella no tenía ningún documento encima para discernir su identidad y no había ningún adulto cerca. Inseguro de que hacer, la llevo a su casa para hablar con sus padres. Decidieron que la cuidarían hasta que despertase, para saber que le ocurrió y como ayudarla.
Y fue ese encuentro. Fue esa decisión. En ese punto de inflexión, la historia de Issei, la historia del Sekiryuutei, cambiaría para siempre.