
-¿Me recuerdas? -Preguntó meneando sus caderas mientras movía el bate en sus manos. -No, en mi vida te había visto -respondió desinteresado-, y tu jueguito no me gusta. -Cariño -se acercó y sin esperar mucho, se sentó en su regazo-, nadie dijo que era un juego ¡Esto apenas comienza, amorcito!. Carcajadas resonaron por todo el lugar. -¡Feliz Cumpleaños!All Rights Reserved