Al comienzo todo fue perfecto. Su alfa, su relación y finalmente su matrimonio. Todo era concebido como una vida perfecta. Hasta que se dio cuenta que su amado esposo era un lobo con piel de oveja. Aquello que era color de rosa, se oscureció. Con ello, llegó el primer golpe, el primer abuso y la primera infidelidad... las primeras de tantas. Tanto maltrato, fue su día a día de Elliot. Elliot se estaba marchitando, ya no quería sobrevivir, el quiere vivir.