Es extraño pensar en el hecho de qué un demonio puede llegar a sentir algo por un humano, de hecho es más extraño pensar que un Mayordomo puede enamorarse de su amo. En aquellos días complicados, ambos se habían sentido más cercanos en cierta manera. Se anhelaban y de cierta forma ya lo sabían. En cuánto el demonio supo que faltaba poco para que su contrato concluyera y podría devorar aquella alma que deseaba con tanto fervor, su desesperación se hizo notar. Lo deseaba, deseaba aquella alma...O màs bien, deseaba a su amo.All Rights Reserved
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