No hay lugar más lujoso en Hornbosmut que el opulento fraccionamiento "Green Gold" al pie de la colina "Viridis" aislado del resto de la gente "común" por sus enormes muros de acero que lejos de provocar el sentimiento de comodidad, a Juliet Arctman le generaba indiferencia y desagrado el hecho de llevar una vida dentro de estos. Una vida llena de lujos y apariencias suele convertir a las personas en algo tan ambiguo como lo es una moneda, cuyo valor en ambos casos es determinado por el poder de un tumulto de gente común, una lucha de titanes que van de la mano y a la vez son tan distintos como las dos caras de un "triunxo".