-Vamos Taylor, toca la puta puerta-dije para mis adentros.
Me siento tan estúpida al estar parada ante una puerta y no tener los suficientes ovarios para tocar.
-A las tres-pensé- uno...dos...Tres
Ahora a esperar que alguien se digne abrir.
3 minutos después...
-Bien, y nadie se digno abrir -me dije- aunque mirando el lado bueno, no pase pena.
-¿estás hablando sola? -escuche decir con un tono de burla.
Apareció un chico con tez blanca, una mirada seductora y con una vestimenta de solo boxers, que cubría el gran paque...
-aunque sea intenta disimular-¿disimular?, ¿de que hablaba?
-¿disculpa?-imagino que yo debía de tener una expresión mitad sarcasmo y la otra de:vete a la mierda.
-te disculpo -al ver que no decía nada, siguió hablando- se me hizo inevitable observar como mirabas a mi "gran amigo" -respondió tocando a su "amigo".
-Yo...no...-genial, el gran nudo en mi garganta no me deja articular ni siquiera una oración- lo siento, ¿sí?
vete, Taylor vete-pensé.
-espera- quizás se había arrepentido de ser idiota- ¿para que tocaste?, estaba en algo importante-y no, no lo hizo.
-Nada, me equivoque de apartamento seguro -dije mientras observaba el papel con la dirección en mis manos.
-déjame ver eso-exigió mientras arrebataba el papel de mis pequeñas manos comparadas con las suyas- ¿tienes problemas? -preguntó observándome extrañado.
-¿de qué hablas?
-además eres lenta-una pequeña y no disimulada risa salió de sus labios sin ningún descaro, y para colmo, seguro estoy sonrojada como un tomate.
-¿sabes a donde te puedes ir? -pregunté molesta.
-me imagino lo que quieres decir, ¿pero a dónde? -este chico lo
único que sabe hacer es burlarse, ni cinco minutos y ya lo odio.
-
Mientras los secretos más oscuros de la Casa Blanca emergen, Jennifer y Barron se encuentran atrapados en una red de poder, mentiras y traiciones. Él debe decidir si seguirá siendo el hijo obediente o se convertirá en la voz que su país necesita. Ella deberá aprender a sobrevivir en un mundo donde la verdad es la mayor amenaza.
En un escenario donde el amor y la justicia parecen imposibles, dos almas opuestas luchan por ser libres, aunque eso signifique enfrentar al mismísimo presidente.
Cuando el poder y el corazón entran en conflicto, ¿qué estarán dispuestos a sacrificar para encontrar su propia verdad?