Cuando Issei muere, nunca se despierta, sino que otro toma su lugar, el Diablo original y más poderoso, finalmente libre de su maldición de vivir vida humana tras vida humana, una maldición puesta por su padre. Todo lo que quiere hacer es derrotar al mal supremo, Trihexa, y recuperar lo que fue suyo hace mucho tiempo, pero debe recuperar su poder e influencia para hacerlo.