Te conocí Te quise Te amé Te perdí... En este mismo orden fue que sucedió todo desde un inicio y continuó así durante una larga tortura de lágrimas, odio y rabia. Aún así no me arrepiento de nada de lo que hice, si fuera directo al pasado sabiendo los milenios que pasaría sufriendo tu pérdida, jamás evitaría encontrarme contigo ni mucho menos cambiaría mis acciones, al contrario, volvería a caer en tus brazos con gusto porque tu me diste la vida, me hiciste vivir de verdad al sufrir. Conocerte fue mi luz, amarte fue mi veneno, tus besos mi única salvación y tu apoyo la única motivación que necesitaba mi corazón demoníaco.