Alan Walter representa todo aquello que no puedo ser y me encantaría odiarlo por ello. Pero como odias a alguien que es tan libre y que vibra tanto como él... Simplemente no puedes odiar al pajaro que vuela en líbertad por tu estar condenada a vivir en una jaula con un candado del cual no existe llave. Me gustaría creer que algún día llegaré a ser el tipo de pajaro que es Alan Walter pero mientras tanto a veces me gusta observarlo e imaginarme que soy él por unos instantes, saber hace durante el día, lo que dice, piensa, siente... Pero como todo en la vida las fantasías llegan a su fin y dejan paso a la realidad, que aunque pueda parecer monótona la mayor parte del tiempo a veces y solo a veces le gusta sorprendernos y darle un giro de 365 grados al guión. - Nora verdad?- dice mientras se sienta a mi lado haciendo que aparte la mirada de mi libreta y me fije en él. - Sí.- dije mientras cerraba la libreta antes de que viera lo que estaba escribiendo. - Tengo una propuesta que hacerte.