Los Arcángeles se habían vuelto completamente locos ¿Llevar a cabo un genocidio híbrido en la Tierra? Era horrible, impensable. Querían depurar el lugar para los humanos, decían, como si una guerra entre el submundo y el Cielo no fuera a arrastrarlos a modo de víctimas colaterales. Aren fue el primero que comprendió la difícil verdad, ya no eran aquellas entidades de pura bondad que habían sido antaño, estaban corruptos, sedientos de poder. Intentó denunciarlo, hacer algo para salvar a los miles de inocentes que no habían cometido otro crimen que nacer entre la unión entre un ser sobrenatural y un mortal, pero por hacerlo fue que fue expulsado. En la Tierra, sin aliados ni manera de regresar al Cielo, pensó que todo estaba todo perdido. Al menos, hasta que una extraña chica con cuernos se le acercó un día en la Taberna y le propuso un trato. No había dos seres más dispares en el mundo que esos dos, pero por una u otra razón, algo los había unido para siempre. La misión de salvar al Cielo de sí mismo.All Rights Reserved
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