ASFIXIA | paperhat (+18)

El anhelo que Black Hat tenía hacia el sufrimiento constante de Flug era incotrolable. A lo largo de sus años de trabajo el doctor se fue acostumbrando cada vez más a las torturas físicas que su señor imponía sobre él; pero la costumbre necesariamente no quería decir que hubiese desarrollado habilidades para sobrevivir a estas.

Cuando sus garras rasgaban su pecho y la sangre brotaba, ardía; Cuando la lengua de su amo paseaba por su cuello llenandolo del ácido que tenía como saliva, quemaba; Cuando tiraba de sus extremidades hasta dislocarlas, deseaba profundamente estar muerto para que el dolor se apagara.

Pero sobre todas esas cosas, una era la sobresaliente, aquella que le generaba una extraña combinación del dolor infernal con el placer de casi alcanzar el cielo.

El doctor tenía suerte ¿buena o mala? solo suerte.

Después de todo, de entre todas las opciones, una de las torturas que su jefe más solía proporcionarle era justo aquella que él tanto adoraba sentir, aunque fuera consciente del sufrimiento que esta misma implicara.