Esta novela no es mía, solo la traduzco.
Bianca Blanchefort. Una mujer que era la esposa de Zacary de Arno, pero que fue expulsada de la familia Arno después de su muerte por motivos de lujo, inmoralidad y lascivia. Una mujer que estuvo a punto de ser expulsada a un monasterio en la destartalada frontera tras vagar sin rumbo debido a la caída de su familia paterna, la familia Blanchefort. Y al final, una mujer que finalmente murió en el frío suelo de piedra. Una mujer sin honor. Esa era la vida antes del regreso de Bianca.
*** "¿Es esto real? ¿De verdad he vuelto al pasado? "No es un sueño ni una alucinación. Esta hambre,S cansancio, viveza... Todo es real." "Dios me ha dado otra valiosa oportunidad...!"
El matrimonio es un negocio después de todo. Tener un hijo de Zacary será una buena fuente de negocios. Mantendré mi dote. El maldito vizconde no se llevará el territorio de Blanchefort y el territorio de Arno.
"Debo tener un hijo con mi esposo, Zacary." "¿No debería valer la pena?" O seducirlo o persuadirlo... Esa es la cuestión.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.