Mirando al cielo con los ojos llenos de lágrimas suplico mentalmente que la situación cambie. Tengo que estar muy triste para llorar.
-Por favor, no quiero estar triste, quiero ser feliz. Querido universo envíame un vampiro, un hada, un elfo.. Que se yo. Necesito algún motivo para levantarme en las mañanas. Solo hasta que sea feliz, hasta que yo misma consiga serlo por mis propios medios. -Cierro los ojos mientras pasa una estrella fugaz por el cielo. Ojalá alguien en todo ese vasto universo me escuche. Más lágrimas ruedan por mis mejillas mientras pienso en si debería acabar con mi vida.-
🍀Por la mañana se encontraría con su deseo cumplido. El novio de su madre y su hijo vivirían con ellas.🍀
Sábado en la noche...
-¡Deja de seguirme como a un perro! Busca amigos por ti mismo y no me des la brasa.
-Oh vamos Leila intento ayudar... No es mi culpa que tu novio no me guste.
-Eres gilipollas.
-Y tu engreída.
-Que te den.
-Diría que lo hicieses tu pero te veo oxidada.
-Voy a la cocina y le lanzo la cuchara de madera directa a la cara en cuanto salgo.- Vete a ver amapolas al jardín y no me hables.
-¿Se puede saber que haces loca? Dios.. Siempre me tocan las inestables.. Menos mal que tengo buenos reflejos y lo he esquivado..
-¡Fuera o lo siguiente será un cuchillo!
-Me voy al jardín.- Y todavía tengo que averiguar porque esta tan desquiciada...