Frío y dulce caos

Llena de sueños pero también de miedos, llena de ganas pero también de dudas, llena de virtudes pero también defectos. Se llamaba internamente una diosa porque no se dejaba doblegar por nada ni nadie, esto no quería decir que su prepotencia dominara, aunque en ocasiones según ella lo ameritaba.

Su familia fue su musa para el progreso de su vida, sin ella no sería lo que es hoy.

Cada vez que le preguntaban por el amor era un manojo de respuestas inefables.

-¿El amor? El amor es una epifanía. Un contrato de un toma y dame.
-No, no. Me refiero al amor sentimental, todos necesitamos una compañía.

-¿Compañía? ¿Necesitamos? ¿Que obtendría yo a cambio para dejar que puedas perturbar mi soledad pacífica? O mejor aún ¿Qué tienes tú, que valga la pena de dejarte entrar en mi vida? Muéstrame tú alma, y te diré si mi alma quiere acompañar a la tuya.

Castiel es un enigmático hombre empresario exitoso. Por fuera denota imponencia, porte y elegancia, con un aura fría y misteriosa. Pero todo esto era una fachada para quién realmente no lo conocía, he incluso su madre.

Alto, con un tono de piel morena como la arena de los deciertos, unos ojos grisaseos verdes, así como su mirada, su vida; un misterio. Nada lo hace tambalear, ni titubear, a menos que ahora... tenga una debilidad.

Ella decía que era fría pero él... la veía como un dulce caos.

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Advertencia: contiene escenas de sexo (+18), lenguaje soez, violencia.
✍️Obra totalmente mía.
🚫Queda totalmente prohibida su copia o adaptación.