[Law x OC]
Law es un joven libre, relajado y seductor, un hombre que nunca se ha atado a nadie ni a nada. Su carisma arrollador y su audaz desinhibición lo convierten en un conquistador nato, alguien que nunca ha enfrentado un rechazo y que siempre ha creído tener el control absoluto de su vida y de las personas que la rodean.
Pero incluso los hombres más seguros de sí mismos encuentran un punto de quiebre. Para Law, dicho punto adquiere nombre y rostro cuando conoce a una mujer que no encaja en ninguno de los moldes que conoce. Ella no es solo alguien imposible de descifrar o seducir, sino una fuerza inesperada que empieza a dominar su mundo.
Lo que comienza como un capricho superficial pronto se convierte en una obsesión que lo empuja más allá de sus propios límites.
Su vida, sus pensamientos e inclusive su arte comienzan a girar en torno a esa mujer que pone su mundo de cabeza, revelándole emociones que nunca había experimentado: vulnerabilidad, inspiración, y un amor que desata en él el caos más dulce y aterrador.
Desde una fortuita coincidencia en la Fontana di Trevi hasta encuentros llenos de chispa en una pequeña floristería en Milán, esta historia de amor, locura, deseo y redención sigue a Law en un viaje inesperado. Aquí descubrirá que el control es solo una ilusión, y que entregarse a otro puede ser la única forma de encontrarse a sí mismo.
- Que agresiva..
- ¿Qué ocurre contigo? ¿Tienes algun trastorno de bipolaridad?..- Me acerco hacia el.- Hace poco decia que era de lo peor, asesina, que no era de confiar y ahora estas aquí con tu vocecita y esa mirada..
- ¿Qué mirada?..- Hace otra vez la maldita mirada que lo describo como coqueteo.
- Esa, tus ojos se concentran en algo, puedo ver el verde mejor y estos tienen un pequeño reflejo, como me miras. Ya me tengo que ir..- Susurro al ver que hablaba estupidez.
- A mi también me gusta como me miras..
Malditasea.
- Buenas noches..- Lo aparto y abro la puerta del coche, entro y cierro enseguida, subo mi mirada a sus ojod verdes otra vez bajo a sus labios, tenía una landina sonrisa. Abro la puerta y me acerco a el.- Aun te odio..
Sonríe rodeandome con sus brazos y mis manos suben a su rostro, odiaba quedarme con ganas.
No era parte de mí.
Lo besó..
Malditos perfectos labios..