-Su alteza, necesitamos hacer algo, los del otro reino quieren una de sus tierras...-hablo apenada una de las muchas sirvientas del castillo- -No te preocupes por eso, gracias por la información, puedes volver a lo tuyo -La sirvienta le dio una reverencia y se fue de ahí de inmediato- .... -El hombre, suspiro frustrado y se dejó caer en su silla, necesitaba hacer algo con todo esto y rápido, no podía perder una de sus tierras...-