Susurro nocturno

Determinada hora de la madrugada vuelve a encontrarlo despierto, con la luna en su máximo esplendor. Nadie sabe cuantas horas pudo dormir o si al menos pudo cerrar sus ojos. El viento tímido pero fuerte acaricia sus ventanas provocando aquello que detesta, aquello que repugna: hablar con el aire. Nadie sabe que le sucede y el porqué de sus ojeras es inexplicable para muchos, aún así, déjame decirte que su vida poco a poco se acaba y cualquiera de éstas frías noches podrá dormir en paz y silencio absoluto.

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