¿Cómo comenzar a describirlo?
Él era como una estrella fugaz, tan hermosa, pero en menos de un segundo podría desaparecer. Él era todo, éramos todo. Éramos el dúo perfecto, todo lo que yo buscaba, y todo lo que él quería encontrar.
Él no deseaba separarse, y yo no quería alejarme, eso estaba muy claro. Teníamos planes a futuro, citas que nunca se cumplirían, labios que jamás se volverían a juntar, abrazos que no se iban a formar más.
Tal vez no quería dejarme, tal vez quería hacer un último intento, tal vez quería luchar por nosotros, por nuestro amor. Pero yo ya no podía seguir, comenzaba a sentirse como un lugar seguro, un lugar del cual no quería huir, se comenzaban a sentir bien sus abrazos, sus labios, sus roces.
Y es que yo también era como una estrella fugaz para él, y como estrellas fugaces, necesitábamos volver a brillar por sí solas...