En lugar de respeto, todos le temen profundamente a Barbanegra, o como ahora se hace llamar "El Kraken". Nadie quiere enfrentarlo, pues los relatos de los pocos sobrevivientes coindicen con una cosa. Preferían morir en la guillotina que morir a manos de Barbanegra. La tortura por la que pasaron ellos y sus compañeros no se compara a ningún dolor en el mundo. Pero también hay otra cosa en la que coinciden. Que fueron salvados gracias a un ángel, El Ángel del Kraken.