Anika siempre ha tenido un mal presentimiento del pueblo en el que vive aunque durante muchos años no haya pasado nada sospechoso. De repente, un día como todos se da cuenta de que una joven de su edad se ha mudado a la casa de en frente, la antigua casa de los Rose. A medida que su relación avanza, va descubriendo sus verdaderos sentimientos hacia ella. Todo parece sacado de un cuento de hadas, hasta que llega el final. Un final abrupto y trágico, pero no definitivo.