Había una vez un michi que estaba caminando sin ninguna preocupación. Pero el michi se asustaba de todo y de nada. Mientras caminaba un día como otro hacia su trabajo todo feliz hasta que vio un restaurante y el platillo especial era sopita de ratoncito y como no comió, entró, cuando entro pidio la sopita de ratoncito. Le llegó su orden y cuando estaba apundo de comer apareció una mosca y por no querer hacer el ridículo se contubo el grito se estaba murido de asficcio hasta que llegó el mecero le tocó la espalda y la maosta se le puso en su cara y se murio y la mosca fué sentensiada muerte. FINAll Rights Reserved