-no se como decírselo, jamás había estado tan nervioso como ahora.
-ay porfavor!!.
-vamos fushiguro, díselo!, solo... se tu mismo.
-si, se un aburrido, seguro que cae rendida a tus pies.
-me arrepiento de haberles dicho.
-¡Me hiciste sufrir! -siguio Rengoku. -¡Quiero que te disculpes por no decirmelo! ¡Disculpate por alejarte de mi! ¡Disculpate por cautivarme con tu frio ser!