Un día conocí a Raúl. Todavía no sé cómo llegué a esta situación ni cómo lo haremos para salir de ella, pero lo haremos. No tengo familia, no tengo raíces, ni ninguna propiedad a parte del móvil; y lo estoy pagando a plazos. Lo que sí que tengo es una hermana fantástica aunque un poco mojigata, un amigo que está loco y un tío al que me follo cuando me da la gana. No, ese no es Raúl. Al menos, no todavía.