Rebeca odia a Marco. Odia que sea tan arrogante y prepotente y que siempre actúe como si no le importase nada ni nadie. Y también odia que, aun siendo el hermano mayor de su mejor amiga y habiéndose cruzado con él varias veces, haga como si ella no existiera. A Marco le gusta jugar. Lo que no esperaba es que su último juego fuese a ser su mayor perdición.