Lo de las croquetas tardamos un tiempo en descubrirlo, y lo de la tristeza... Bueno, la tristeza fue posandose poco a poco, como una lluvia fina de esas que te van calando. Porque hay cosas de las que uno no se da cuenta hasta que pasa un tiempo. Son como esos mensajes que te llegan al wasap, y tu no te enteras, y se quedan ahi, eaperando a ser leidos, con un musito y solitario check verde. Hasta que te das cuenta. Asi estube yo durante bastante tiempo, sin darme cuenta de que tenia un mensaje bien gordo delante, y el mensaje decia: «Clara, estas haciendo el imbecil». Por eso escribo esta historia. Te cuento todo esto por si eres tan imbecil como lo fui yo. Por si te estas quedando en el borde de la piscina cuando posdrias tirarte de cabeza, te quedas a mitad de camino y te tapas las orejas con las manos. Si no es asi, te felicito. En ese caso tomate esto como una vacuna. Nunca se sabe si la vas a necesitar. Pero deja que te lo cuente desde el principio.
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