En la vida siempre hay dilemas como diferenciar entre lo correcto e incorrecto, entre actuar con raciocinio o sentimentalismo, lo apropiado o lo inapropiado; sin embargo, nunca había tenido que debatirme antes porque era un hombre que siempre sabía cómo actuar, solía siempre estar un paso delante de todo, pero ella tenía que llegar a mi vida y desbaratarla con su arrolladora y encantadora forma de ser, todo de ella me seducía, me llamaba, siempre quería acariciar su hermoso cuerpo y besar sus deliciosos labios, hacerla mía, cuidarla. Ella sabía cómo enloquecerme y eso me encantaba, es que ella calculaba cada movimiento que hacía como si estuviera en una eterna partida de ajedrez, después de todo, ella era la reina y yo, su peón, con un solo movimiento podía ponerme en jaque, me tenía a sus pies, no me importa estarlo, ya que, por ella, haría de todo, pero lo más importante le daría todo lo que me pidiera, por eso la hacía mía cada vez que me lo pedía.
"Hay muchas maneras de contar una historia, eso es lo que las vuelve interesantes".
Para este género muy conocido por el mundo están a punto de ver las maravillas y atrocidades que tiene por ofrecer el multiverso.
Síganme en este bello espectáculo donde habrán risas, lágrimas, comedia y tragedia. Todo bajo la indiferente vista de un vigilante desinteresado que está aburrido.