En la vida siempre hay dilemas como diferenciar entre lo correcto e incorrecto, entre actuar con raciocinio o sentimentalismo, lo apropiado o lo inapropiado; sin embargo, nunca había tenido que debatirme antes porque era un hombre que siempre sabía cómo actuar, solía siempre estar un paso delante de todo, pero ella tenía que llegar a mi vida y desbaratarla con su arrolladora y encantadora forma de ser, todo de ella me seducía, me llamaba, siempre quería acariciar su hermoso cuerpo y besar sus deliciosos labios, hacerla mía, cuidarla. Ella sabía cómo enloquecerme y eso me encantaba, es que ella calculaba cada movimiento que hacía como si estuviera en una eterna partida de ajedrez, después de todo, ella era la reina y yo, su peón, con un solo movimiento podía ponerme en jaque, me tenía a sus pies, no me importa estarlo, ya que, por ella, haría de todo, pero lo más importante le daría todo lo que me pidiera, por eso la hacía mía cada vez que me lo pedía.
HISTORIA 100% DEDICADA A CAMERON BOYCE.
Lizzie es una princesa, hija de Bella y Adam, hermana menor (por un año) de Ben.
Por ley ella debe casarse con un príncipe, así que sus padres la emparejan con uno para poder forjar una alianza, pero Lizzie no lo soporta y ella les ruega que la dejen romper esa relación con la condición de que encontrará a un príncipe para casarse.
Lizzie no contaba con que conocería a Jay, un chico de la Isla de los Perdidos. Él es hijo de Jafar, hijo de un villano.
Durante el camino a forjar una amistad con los cuatro chicos de la Isla, Lizzie deja que sus sentimientos tomen el control y se enamora de Jay. Pero ella prometió un príncipe y no un villano.
Ella no debe enamorarse.