¿Qué harías si tuvieras la oportunidad de conocer de cerca a uno de los personajes emblemáticos que ha tenido la historia de la humanidad? Y no, no estoy hablando de un libertador de pueblos o un héroe mundial, sino algo más interesante, algo más como... Un asesino en serie.
Clarisse Cebrián es una chica de 18 años normal, mucho, se podría decir que no hay nada que la haga destacar. Tiene muchos amigos, una mejor amiga que la adora, una familia que haría cualquier cosa por ella y una sonrisa contagiosa que ilumina todo a su alrededor... O por lo menos así era, hasta que llegó "eso" que se llevó sus energías y la dejó sin la capacidad de poder sentir.
Cuando es obligada por sus padres a asistir a una fiesta organizada por su mejor amiga, la noche no tarda en salir realmente mal: no sabe seguir una conversación, la música es demasiado fuerte y, por más que lo intente, no puede sentir ese calor y alegría que parece invadir a los demás asistentes, por lo que rápidamente se ve refugiada en el único compañero que parece no juzgarla: el alcohol.
Con la mente un poco nublada por el líquido, y un sentimiento de soledad e incomprensión que está presente todos los días, ella pide un deseo al cielo: "Ojalá pudiera sentirme viva otra vez..."
Y de pronto todo lo que conocía se vuelve nada.
Un extraño anciano la embarcará en la mayor aventura de su vida, dónde todo se pondrá en juego: desde las normas morales con las que fue criada, hasta su existencia en la línea temporal, ya que sólo tendrá 46 días para lograr que ella y su familia puedan regresar a casa.
Y Engel Somoza no se lo pondrá nada fácil.