La última línea de sangre

Dos enemigos.
Una mentira.
Un legado.
Para la heredera al trono nunca será fácil.
En un reino donde los dioses se han ido y la magia cada día se vuelve más escasa, la princesa Maeve deberá buscar soluciones que vuelvan su próxima coronación un éxito. Y, teniendo en cuenta que todo va como el destino lo dice, no tiene de que preocuparse, ¿o sí?
Todo se complica cuando pierde algo valioso para ella, trayendo consigo más problemas de los que imaginó. El destino cambia, y con el de ella, el de muchos más también.
Obligada por su madre, es conducida a uno de los continentes más peligrosos del mundo, uno donde lo único que tiene es enemigos que juró odiar para siempre y una misión.
Una que consta de cláusulas donde deberá implicar al corazón.
Su tarea, es enamorar a príncipe.
Ahí, ella deberá escoger; entre confiar en el príncipe con unos ojos particularmente hermosos, que lleva al límite su paciencia y su corazón, o el poder.
Las decisiones pronto la harán darse cuenta que quizá ser una heroína no es mejor que volverse una villana, más cuando los secretos que contiene valen demasiado.
Y es que, a veces, es mejor enseñar quién eres a fingir algo que nunca podrás ser.