A veces el silencio es una declaración. A veces, lo único que quiero es que (al menos) me abrace el mismo dolor que me acompaña Que me de cobijo, o algo de calor No quiero que nadie se atreva a cuestionar, o a intentar si quiera darme razones para dejarlo ir. No es que me esté agarrando a él, es que simplemente quiero acompañarlo, dedicarle tiempo, espacio. Para poder entenderlo. No puedes luchar contra el dolor, porque corre más que tu. Pero tal ves puedas escucharlo, darle un sitio cómodo para dormir esta noche y quizá mañana le apetezca marcharseAll Rights Reserved
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