El destino juega sus cartas de manera inexplicable. Do Kyungsoo no tenía idea de que su vida daría un inesperado giro al encontrarse frente a la escultura de ese príncipe de cientos de años de existencia. Esa noche de 1988, Kim Jongin volvería a ver ese par de ojos que había anhelado admirar una vez más. Historia participante en el KaiSoo Fest: Retro Love 🐻❣🐧