Diriges un taller de Londres reparando naves. Tu trabajo te gusta pero no se compara con el que tenías antes como capitana de una de las naves de la Flota Estelar. Siempre que miras hacia las estrellas recuerdas todas aquellas aventuras junto a tu fiel tripulación, aquellos hermosos planetas inexplorados... Veías aquello como un sueño inalcanzable. Todo cambiará cuando uno de tus compañeros de trabajo te pide un gran favor, descongelar un criotubo que había robado a la Flota Estelar. Allí estaba él con su cabello oscuro perfectamente peinado, su tez pálida, sus mejillas marcadas y sus labios perfectamente curvados. Lo que tú no sabías es que te enamorarías tanto de él que harías cualquier cosa para que no le hicieran daño.