Confusión es lo que siento, gritos que provienen de lo más profundo de mi ser. Nunca había llegado tan bajo, agonizando por ayuda. la desesperación me hace querer acabar con esto. De repente llega alguien con la noticia de que me he quedado ciego y un niño de trece años entra en pánico, se desmaya y al despertar solo le queda aceptar que no hay nada que pueda hacer. La oscuridad complementó mi silencio y el silencio organizó mis pensamientos. Buscando consuelo clavé el pensamiento de que lo mejor era estar en este estado, ¿para que ver la frialdad del mundo?. No me hacia falta, pero ella...me mostró lo contrario, hizo que me diera cuenta de lo mucho que me perdía. me mostro que el simple contacto de nuestra piel puede provacar una eléctrica corriente que penetre mi alma, que llenarme la boca de palabras y vociferar la maldad del mundo no se compará con la indescriptible recompensa que optienes al permitirte sentir. ella me enseño ha amar el ruido, me enseño a apreciar el silencio en el momento mas miserable y lo mas importante es..que cambió la mi errónea idea de tenerle más miedo a la vida que a la muerte.All Rights Reserved
1 part