Prólogo Cada persona es un universo distinto, siempre he tenido la idea de que los únicos límites que tenemos son los que ponemos a nuestro alrededor. Algo que me mata, es ver a alguien que no se atreve a vivir una aventura por miedo a fracasar, por esa culpa que puede surgir en su interior si falla. Eso me pasaba a mí antes de escribir este libro, encontré una experiencia inolvidable y he decidido no soltarla nunca jamás. No lo hubiera sabido si es que no me hubiera atrevido a dar el primer paso. El hecho de obtener placer al poner mis ideas y pensamientos en papel es algo que nunca nadie me va a poder quitar. Me quedo con la frase de Abraham Maslow "no se puede elegir sabiamente una vida a menos que se atreva uno a escuchar a sí mismo, a su propio yo, en cada momento de la vida." A veces, no nos damos el tiempo para conocer el mundo. Una vez que empecé a viajar, entendí lo pequeño que soy. Explorarlo se ha vuelto una tarea ilimitada y reconfortante que requiere de recursos y tiempo para lograrlo, aunque hacerlo no tiene pierde. Decidí mantener mi escritura oculta, sin decírselo a muchas personas para no generar expectativas, quería que fuera una sorpresa, un regalo para mí y las personas que me rodean. Sobre todo, compartir mi vivencia en otro país donde creo que fui marcado para siempre. Con el propósito de encontrarme a mí mismo, encontré las cosas indispensables en mi vida, tres rasgos que me motivaron a escribir este manuscrito: fomentar los viajes, encontrar la felicidad y dudar de la vida.