Un juego de niños tradicional es el siguiente:
Una persona pregunta "veo veo" y la otra responde "¿que ves?".
Que pregunta tonta, ¿no?
En el juego solo hay que adivinar en que objeto de un determinado color está pensando la otra persona, la idea es que el contrincante adivine para poder seguir jugando, pero en la vida de Lali Espósito desde chica esa "simple" pregunta la atormentó, siempre sintió que no encajaba en su grupo de amigas, el reflejo de su espejo le devolvía constantemente la imagen de una persona que odiaba, es por eso que durante su adolescencia cambió, terminó atrapada y hundida en un pozo por sus propios pensamientos de auto despreció, jurándose que haría todo lo posible para convertirse en una persona "mejor", empezó con sus repentinos cambios, a sus 25 años se alisó el pelo, bajó de peso, cambió los anteojos por las lentes de contacto y aprendió a maquillarse, así, mostrando su nueva cara conoció a su primer novio, Mariano Martinez, una persona persona de la farándula argentina mucho más mayor (detalle no menor:narcisista y geocéntrico), cegada por una relación tóxica, ¿hasta donde va a ser capaz de llegar?
Un pedido venenoso, una muy clara cachetada a su inexistente autoestima hará que se cruce con Juan Pedro Lanzani, quién se transformará en su lugar seguro, lugar en la que puede desnudarse en todos los aspectos y sentidos, lugar en el cual puede despojarse hasta de sus propios fantasmas.
Lali lleva toda su vida siendo la nena mimada de sus papás, ellos no se casaron ya que dedicaron sus vidas a sus carreras de artistas dejando de lado un deseo con el que soñaron prácticamente desde que se conocieron, ahora que su hija es una adolescente decidieron dar el "sí".
Una persona que Lali siempre quizo conocer desde su niñez y le falto en la vida llegará para este gran evento, el tío Peter.
Peter llegó con una idea en mente, y desde el segundo cero decidió montar una gran obra de teatro.
Recuerden: NADA ES LO QUE PARECE..