Nunca había entendido el motivo por el que las personas sucumbían a los encantos del descontrol.
Pocas veces había antepuesto una decisión complicada a la comodidad de una vida resuelta: trabajo, familia, novio...
Y, sin embargo, ahí estaba yo, en el aeropuerto de Manchester con la única certeza de que nada volvería a ser lo mismo. No después de convivir con Enri y Jason, y descubrir el verdadero sentido de la palabra libertad.
Difícil, enrevesado y terriblemente satisfactorio, a partes iguales. ¿Merecería la pena?
Kim nunca pensó que mentir en su currículum la llevaría a una completa travesía con su joven jefe.
Nico nunca pensó que darle una oportunidad a Kim la convertiría en el amor de su vida.