Todos los días la veo caminar en la escuela, pero ella nunca me ve a mi. Trabajo en ese café al que tanto le encanta ir, preparo su café tal cual le gusta dos de azúcar y un toque de canela, se que le gusta, siempre me lo dicen. Siempre sabe como cautivarme con su cabello, con su forma de vestir, con la forma en la que piensa y en la que habla, simplemente me encanta.