En las estaciones de mi duelo
En la primavera de amor, floreció nuestro ser,
bajo el sol de promesas, juntos solíamos renacer.
Pero en el verano del llanto, la ira nos abrazó,
y en la caída de hojas, la tristeza nos envolvió.
Otoño trajo el anhelo de una paz por negociar,
entre los ecos de recuerdos, empezamos a sanar.
Y en el invierno de la pena, la verdad se reveló,
en la fría despedida, mi corazón se congeló.
Ahora en la primavera de aceptación, encuentro luz,
entre flores de esperanza, el dolor se hace cruz.
El tiempo, sanador paciente, me enseña a seguir,
en cada estación, un reflejo de mi eterno resurgir.
Por Marta G. Gonzalez
"Siempre habrán ángeles en el infierno y tentaciones en el paraíso."
Polos opuestos, llamados por el destino.
Zehra una mujer con cara angelical, aura de diosa, cuerpo de infarto que irradia elegancia y clase por donde quiera que vaya.
La vida de Zehra no era para nada diferente a las demás, no hasta que lo conoció a él. A un hombre sombrío, sin escrúpulos, arrogante, y narcisista. Su vida dio un giro de 360 grados, cuando después de una larga y temerosa noche se despertó en un lugar completamente desconocido para ella.
Entonces la acción inició. Su vida ya no era aburrida, porque el peligro, los problemas, y los deseos explícitos yacían parte de ella. Aquel hombre la sedujo, el se hizo adicto a ella, la hizo su sumisa, su mujer, y la reina de su gran imperio.