Draco debe saltar al lago desnudo por una apuesta perdida en la que nisiquiera quería participar, pero tiene demasiado orgullo para negarse. Al salir del lago, nota que no está su varita, ni su ropa o zapatos... no estaba siquiera su toalla, ¡maldita sea! Llega a la sala común, para toparse con que cambiaron la contraseña y no tiene dónde esconderse, entra en pánico, avergonzará al apellido familiar de ésta forma; ¿porque aceptaste el reto? Se pregunta.
Cuando estaba pensando en que quizás sería mejor pasar la noche en el bosque prohibido que en los pasillos sin ninguna prenda y con un frío del demonio, se encuentra a un chico que nunca ha visto, se sobresalta y asusta, trata de cubrirse, no lo consigue y cierra los ojos esperando una burla, siente que algo se desliza sobre su cabeza, ya no hace tanto frío. Por fin abre los ojos, tiene puesta una cosa de muggles llamada... ¿"sudira"? No lo recuerda, pero lo cubre por completo ya que es gigante. Ve que el chico frente a él no se burla, ni parece divertido o horrorizado, solo le toma de la muñeca y él lo sigue aún paralizado.
Sabe que han subido casi mil escaleras y después se da cuenta de que una puerta se materializa sobre una pared lisa, el chico dice: -Puedes quedarte aquí. Nadie conoce este lugar, es seguro, te doy mi palabra.
Desconfiado no sabe si entrar, al final entra y consigue quedarse verdaderamente asombrado ante la sala tan parecida a su dormitorio en la mansión Malfoy, cuando ve que el chico se va, se apresura a tomarlo de la muñeca y preguntar: -¿Quién eres? ¿Por qué me ayudas?
Iris va a llegar al fútbol club Barcelona con una sola misión, ser la encargada del documental secreto que van a hacerle a un Gavi que acaba de romperse los cruzados y que ha dejado claro al club que no quiere saber nada de documentales.
Ella no aguantará el mal humor del sevillano, este por su parte no le dará la oportunidad de conocerla.
Pero el amor tiene otros planes para ellos.
¿Qué pasará cuando Gavi se entere que ella está detrás de su documental con el tiempo?