¿Por qué tuvo que llegar a esto?' esta era la pregunta que no dejaba de repetirme mientras yacía en el suelo junto a él. Ninguno de los dos podía moverse, luchamos durante horas, lanzándonos nuestras técnicas más fuertes, luchamos hasta que a ninguno de los dos nos quedó casi nada de chakra, aún así, seguimos luchando con nuestros puños y nuestras armas, hasta que incluso se agotaron.