Este es un día de esos en los que me he despertado queriendo escribirte, y deseando que cada una de esas historias que pensaba en mi cabeza se hicieran realidad. Lo siento corazón, lo siento de verdad, pero hoy empezare a cerrar los ojos, como todos esos días sola en el tren, en los patios de clase o en la cama y volveré a pensarte. Solo os diré que cada vez que la miro me recuerda a esas campanillas que hay en la puerta de las casas de playa, que su pelo es tan rizado como las olas y que, cuando sopla la brisa, dejan ver esos chiquititos ojos detrás de esas pequeñas gafas gigantes.
1 part