- Creo que deberías poner la ficha... por aquí.- Dijo tomando una de las fichas rojas que teníamos entre nosotros, estábamos intentando llegar al numero 5.
Y... como todas las veces que lo habíamos intentado, cayó en un número opuesto.
- Dámela.- le arrebate de las manos la última ficha que nos quedaba metiéndola por el borde superior y, al haber finalizado mi paciencia, moviendo la ficha por cada espacio con los poderes. Mi nariz sangraba, como siempre lo hacía en todos cuando lo utilizamos.
- Eso es trampa.- Dijo mi compañero con tranquilidad en su voz mientras observaba la ficha colocada en su número.
- Bueno - Mi tono de voz era suave, como siempre solía ser, aunque especialmente con el. Mi cabeza se giró a mirarle-, sigue estando colocada en el número cinco así que lo hemos conseguido.
Donde el corredor argentino, conocido por su facilidad para chamuyar, cae ante una chica Ferrari
Donde Julieta, sin querer, cae ante el argentino chamuyero