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El Capitán Jerónimo Jibión... Líder del Comando Branquias; sabe exactamente que hace en un lugar como este, en el limite fronterizo entre Inklings y Octarianos. La tierra bajo sus pies muestra una marcada linea blanca, que se extiende a lo largo de su panorama, no logra ver donde termina, pero sabe a donde llega con exactitud.
Jibión sabe que esta en medio de una guerra desastrosa, y que poner un pie más allá de ese limite de tierra fronteriza para llegar al territorio Octariano lo llevara a su ultima batalla, la última de toda su trayectoria, después de años de haber luchado sin parar, de haber arrebatado y ver como arrebatan tantas vidas, a pesar de estar consciente de que ha hecho y el porque, una vez que cruce ese limite ya nada será igual.
No puede retroceder, ya avanzo demasiado, no puede retrasar a los demás.
Culpa, remordimiento, traición, miedo, confusión, dolor, todo se esta mezclando en su cabeza ahora mismo, sin poder moverse y sin estar seguro de que decisión tomar, pero... hacer lo que debe significa terminar con lo más sagrado e importante en su vida, ¿Cómo podría siquiera...?
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Nunca imagino que alguna vez tendría que estar enfrente de su mejor amigo para cumplir su último y final propósito.... matarlo
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Este es un territorio que casi no se toca en el juego más que para dejar un trasfondo enigmático: La guerra territorial entre Inklings y Octarianos
Tenemos al Capitán Jerónimo Jibión sucesos antes de que la guerra entera estallara en un caos, ¿la diferencia? Octavius, su adorado y preciado amigo, amigo al que nunca le haría daño, a quien tiene en un pedestal de admiración como la persona más preciada para él, ahora frente a él como su mortal enemigo
¿Es que acaso Jibión tomará la decisión más indicada? ¿Su pueblo o su corazón? ¿Matará a Octavius y liberara a su raza de los Octarianos por siempre? ¿Qué hará? ¿Qué sentirá? ¿Cómo llego a esto?
La Loba y El Maquinista: El Nacimiento de la Bestia Blanca
30 parts Ongoing Mature
30 parts
Ongoing
Mature
Han pasado dos años desde que Bullet se separó de Tália...
Dos años en los que su psique se ha desmoronado lenta e inevitablemente, como los rieles oxidados de las vías que una vez recorrió.
Ahora está atado a ella por algo más que el amor: una misión, un mandato... un castigo.
Destruir la Fortaleza de Ymir.
La misma fortaleza que ambos una vez intentaron alcanzar juntos.
¿Cómo destruir aquello que impide al Imperio de Dragnassil arrasar lo poco que aún le queda?
¿Cómo condenar a inocentes para cumplir una orden dictada por dioses que solo conocen la tragedia?
Las traiciones emergen desde lo más profundo de la Federación.
Complots que no podrían haber nacido sino en los corazones de aquellos en quienes alguna vez confió.
No hay tiempo para dudar. Seguir luchando es su único camino, aunque su cuerpo -ese que hace tiempo dejó de ser suyo- se hunda cada vez más, corrompido por fuerzas que escapan a toda comprensión.
Lo que comienza como una simple misión de rescate...
...arrancará el velo de una guerra total que amenaza con consumirlo todo.
"Por ella... por Tália..."
Ese es su mantra.
Pero ¿cuánto más podrá resistir?
¿Qué sentido tiene seguir vivo si el amor está tan lejos?
¿Y por qué proteger a quienes ya no merecen ser salvados?