Una campana tañía a lo lejos mezclando su sonido con el de los ruidosos pájaros que viajaban hacia el noroeste. No sabía el nombre de las aves, tan solo sabía que el imponente sonido de la campana le resultaba muy familiar, pero no lograba saber por qué. Continuó caminando entre los matorrales, tratando de no acercarse demasiado a los caminos principales a esa hora del día y de no hacer ruido cuando escuchaba a alguien. No tardarían en encontrar los cadáveres y unas cuantas personas querrían hacer muchas preguntas.