Ester creció en la familia Robles, una familia católica donde, para ella, el cura no ayudaba en realidad a las personas. Su padre Emilio era un agresor y abusivo ¿lo peor? El padre lo sabía, seguidamente Emilio se confesaba con el cura de la iglesia y le contaba la gravedad de sus actos, pero con un "yo te absuelvo de tus pecados" regresaban a casa para seguir viviendo en las puertas del infierno. A sus 16 años Ester decide ir a un seminario para padres bajo el nombre de Santiago, allí descubre que la mayoría de las personas que entran a ese mundo es para tener una fachada de lo que en realidad son. Vuelve a su pueblo de la infancia convirtiéndose en el cura de la iglesia San Juan Bautista y busca la forma de ponerle su propio tipo de justicia divina a los pecadores.