Seokjin se sienta en el suelo, esperando pacientemente. Pasan los minutos y los dulces gemidos de Jungkook continúan llenando sus oídos. Dios, Jungkook, ¿cuánto tiempo se tarda en borrar uno? Seokjin piensa irritado. *grabación cero* *imagen congelada* Sí, soy yo. Probablemente te estés preguntando cómo llegué a esta situación. Jin obtiene más de lo que esperaba cuando decide hurgar en el armario de Jungkook.All Rights Reserved