Holly Miller quiere que su último curso en el instituto sea inolvidable.
Es una chica responsable y trabajadora, pero quiere sentir que ha aprovechado al máximo la etapa que está a punto de cerrar. No desea mirar atrás y arrepentirse de lo que ha dejado de hacer.
Así que Holly tiene un plan y solo necesita a los Lions.
Jack Marchisio solo quiere largarse y no mirar atrás.
Su vida es un desastre desde hace tres años, el tiempo exacto que lleva cargando con problemas que ni siquiera son suyos, pero ya solo le queda un último curso en el instituto para alejarse de todo y no piensa renunciar a su brillante futuro por nada ni por nadie.
Jack es el rey de los Lions. Todos lo saben y lo respetan.
Un trato. Dos condiciones. Y el mundo de Jack y Holly se pondrá patas arriba.
Da igual las veces que Jack se haya repetido que es un error fijarse en esa chica rara que siempre tiene la cabeza metida en un libro, porque no puede dejar de pensar en ella.
No importa que Holly se diga una y otra vez que no puede haber sentimientos con el arrogante y estúpido quarterback, porque él está marcando la diferencia.
Dos temperamentos fuertes, dos polos opuestos, sueños por cumplir, barreras que tumbar y un amor indomable y extraordinario con la fuerza de un millón de fuegos artificiales.