Dos desconocidos...
Eso nos describía a la perfección.
Yo hundido en mi miseria hasta que te conocí. Me salvaste, cosa que muchos intentaron, pero fallaron.
Pero como bien sabemos, Satán una vez fue Luzbel.
-"Joder, tus ojos son tan malditamente bellos" -hago mención de las mismas palabras que alguna vez me dijo, y como un completo idiota, creí- Respondeme algo, Jereth. ¿Si tanto te gustaban mis ojos, por que los hiciste llorar? ¿Por qué permitiste que presenciaran esa dolorosa escena? ¿Por qué permitiste que se decepcionaran de ti? ¿Por qué permitiste, que se fueran apagando como tal estrella que fue hermosa, y que ahora solo queda el recuerdo de lo que alguna vez fue un magnífico esplendor? -cada vez sentía como las lágrimas salían de mis ojos como si de una cascada se tratara-.
▪︎~𝑚𝑢𝑒𝑟𝑒 𝑙𝑒𝑛𝑡𝑎𝑚𝑒𝑚𝑡𝑒 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑑𝑒𝑠𝑡𝑟𝑢𝑦𝑒 𝑠𝑢 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑝𝑟𝑜𝑝𝑖𝑜, 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑛 𝑛𝑜 𝑠𝑒 𝑑𝑒𝑗𝑎 𝑎𝑦𝑢𝑑𝑎𝑟~▪︎
□𝑃𝑎𝑏𝑙𝑜 𝑁𝑒𝑟𝑢𝑑𝑎
Paris Smith siempre ha sido una chica soñadora, talentosa, amante de todo lo que tuviera que ver con la astronomía: las estrellas, los planetas, las galaxias y demás.
Y así como adora eso, también tiene una gran afición hacia la persona y canciones de Jayden Blackwood.
Cómo cualquier fanática normal, sueña con tener un encuentro fugaz con aquel a quien llama ídolo. Poder coincidir al menos en una mirada, un roce o tal vez en alguna interacción por redes sociales, pero así como sueña con eso, sabe que es imposible que aquello suceda...
¿O no?
Paris Smith se ve envuelta en ese momento que toda fan desea tener con esa persona a la que admira, cuando por culpa de un pequeño accidente sus vidas se ven entrelazadas de un momento a otro.
¿Quién diría que un encuentro tan fugaz como un suspiro podría unir a dos personas de distintos mundos?
¿Quién diría que una chica que tiene la nariz metida en libros de astrónomos famosos podría coincidir con alguien que ama los reflectores y los aplausos?
Y sobre todo ¿Quién diría que una chica normal podría involucrarse con una super estrella?