Todas eran reinas

Isabel es una niña que crece rodeada del mundo de los concursos de belleza. No porque ella participe, sino porque su hermana mayor participa en ellos impulsada por su obsesiva madre. Que quiere tratar de ganar en un certamen tras otro. Con su hermana son dos polos opuestos al principio, tanto en carácter como en belleza. Y mientras su hermana mayor vive alegre sus triunfos en este glamoroso mundo, Isabel vive su propia vida a su manera, pero siendo ignorada por su madre. Y su padre que solo sabe de trabajo.
Todo va de maravillas cuando en este brillante mundo de hermosos vestidos y coronas, de pronto empiezan las desapariciones y luego las muertes. Pero la obsesiva madre de Isabel no piensa alejarse de ese mundo, creyendo que la desgracia no podrá alcanzar a su hija. A la que cuida y por la que se desvive, hasta que se da cuenta que más que coronas y éxitos, solo trajo a su familia persecución y muerte. Y que, sin querer, toda la familia se vería envuelta en una espiral descendente de sentimientos negativos y destrucción, de la cual sería tremendamente difícil salir.
Isabel como niña, no tuvo opinión alguna en el asunto y era ajena a todo lo que pasaba porque estaba siempre sola con sus amigos, jugando y creciendo en su propio mundo. Completamente inocente, y sin saber que de todas las víctimas era la más deseada por el psicópata.